jueves, 15 de febrero de 2007

Reducida asistencia al entierro del viudo de Celia


20 personas asistieron al entierro del ex trompetista de la Sonora Matancera
Sepultan restos del viudo de Celia en mausoleo de la Guarachera de Cuba, pocos asistieron a entierro

Con una reducida asistencia de público a diferencia de las multitudes que despidieron a Celia Cruz, los restos de su viudo el músico trompetista Pedro Knight, fueron sepultados durante una triste ceremonia, que bajo un triste y gris cielo invernal, comenzaron a descansar junto a la que por 41 años, fue su compañera.

El cuerpo sin vida de “Cabecita de Algodón”, sobre nombre que la propia Guarachera de Cuba, le puso a su esposo, descansa desde ayer temprano en el impresionante mausoleo donde yacen los restos de Celia.

Familiares, amigos y algunos artistas entre estos el dominicano José Alberto (El Canario) y “El General” de Panamá, se reunieron primero en la funeraria Frank Campebell de la calle 86 en Manhattan, donde durante tres horas, estuvo expuesto el cadáver del ex trompetista de la Sonora Matancera.

En el velatorio, se destacaron Ernestina Knight, la hija de Pedro, su hermana Gladys Cruz, su nieta mayor Elia Margarita y otros parientes cercanos. Múltiples coronas y arreglos florales de tendencia mayoritariamente blanca y amarilla, adornaban el fúnebre rincón donde estaba el ataúd.

El lujoso sarcófago de color marrón claro y que tenía puesta la bandera de Cuba, acogió los restos de Knigth, vestido de un sobrio smoking gris. Una foto, parte de los mejores momentos de la pareja, fue colocada al lado del féretro.

Emilio Estefan, una de las estrellas que acudieron al funeral, consideró que la pérdida de Knitgh, es lamentable, pero a su juicio, fue mejor que muriera para que dejara de sufrir y ahora estuviera al lado de Celia.

Otro de los respetables artistas que estuvieron presentes fue Johnny Pacheco, quien compartió décadas de gloria en diferentes tarimas del mundo, al lado de Celia y su viudo.

La India, intérprete de salsa puertorriqueña y quien grabó varias producciones con la orquesta de Knigth y cantó al lado de Celia, se unió también al cortejo fúnebre. El occiso era su padrino y ella dijo que la muerte de éste, era muy dolorosa, pidiendo que se caben ya los enfrentamientos por la herencia de Celia en los que hasta el día de su muerte, estuvo judicialmente Knitgh, acusado de estafa por la hermana de su esposa y por su propia hija.

La cantante dijo que está muy agradecida de Luis Falcón, acusado junto a Omer Pardillo de ser responsable de haberse apropiado de la herencia, porque éste lo único que hizo fue dedicarse a cuidar a su padrino hasta la hora en que murió.

“Al final de esto, relucirá toda la verdad acerca de quién realmente era quien tomaba dinero prestado y no lo devolvía”, dijo La India. Falcón, quien llegó a la funeraria acompañado por su novia y su hijo mayor, se fue una hora después, alegando que no se sentía bien y que la situación era muy “dura” para él.

Dijo que la ceremonia, sencilla y discreta, se estaba haciendo como lo había pedido Pedro en vida. En las primeras horas de la tarde, el ataúd con los restos de Knitgh partió hacia el cementerio Woodlawnd de El Bronx, donde el reverendo Efraín Pizarro, pronunció algunas palabras de despedida, destacando la carrera de Knitgh.

Las no más de 20 personas que asistieron al entierro, depositaron cada una rosa blanca, como epitafio al que fuera uno de los músicos más importantes de décadas pasadas y diera al mundo, junto a su guarachera, alegría, vibración y emociones, recorriendo el mundo desde América hasta Oriente.

¡Qué en paz descanse!

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